Pero aun así, yo sabía que los conocimientos que obtenía en España eran muy limitados. Uno de mis ídolos, Bruce Lee, dijo en una entrevista: “SI QUIERES SER EL MEJOR, TIENES QUE APRENDER DE LOS MEJORES”. Esa frase cambió mi vida.

Empecé a buscar a quienes, para mí, eran los mejores del mundo en cada área: artes marciales, entrenamiento personal, nutrición deportiva celular, nutrigenética, medicina biológica, fisioterapia, rehabilitación, terapias naturales de curación, psicología, coaching y procesos mentales, meditación, visualización, sincronización de hemisferios cerebrales, genética… y un largo, larguísimo etcétera.

Lo mejor de todo es que los encontré. Y, de una manera u otra —presencialmente o a distancia—, logré convencerlos para que me enseñaran y me aceptaran como su alumno. Gracias a eso, adquirí unos cuantos grandes conocimientos 😉 y comencé a transformar la vida de cada persona que se acercaba a mí.

He sido muy afortunado, porque el universo me ha regalado oportunidades increíbles. Me siento en deuda con el mundo, y por eso creé mi primer sistema: “T90 – TRANSFÓRMATE EN 90 DÍAS”, con el objetivo de ayudar al mayor número de personas posible a mejorar sus vidas y acercarse un poco más a la felicidad.

Algo que quiero remarcar es que yo no soy especial, ni superdotado, ni nada por el estilo. De hecho, me expulsaban constantemente del colegio; suspendía hasta el recreo… ¡suspendía hasta religión, y eso lo aprobabas solo por asistir a clase! ¡Jajajajajaja!

Lo único que hice fue enfocarme. Definí qué era lo que me apasionaba y decidí dedicarme a ello. Decidí que mi ocio financiaría mi vida. Así lo hice, y ahora tengo una vida maravillosa: mi casa está justo en la orilla del mar, medito cada mañana escuchando las olas, tengo el tiempo libre que deseo, y cuando quiero me escapo en barco para desconectar en alta mar.

Y todo eso no fue porque “lo intenté”… ¡fue porque LO HICE!
Las cosas no se intentan, SE HACEN.

Así lo hice yo, y así lo puedes hacer tú. Yo no soy nadie especial. Soy exactamente tan especial como tú. Todos somos únicos y extraordinarios a nuestra manera, y todos podemos cumplir nuestros sueños.

No dejes de tener sueños, porque si lo haces, empezarás a sobrevivir en vez de vivir. Y lo que es peor:
“Quien no tiene sueños, terminará trabajando para cumplir los de alguien que sí los tiene.”