En los últimos años y a pesar del boom de la comida rápida y de los platos precocinados para microondas, simultáneamente se ha desarrollado el interés de gran parte de la población por una alimentación más sana. Vamos a ver ahora, los 5 alimentos prohibidos que tod@s debemos conocer.
La abundancia de informaciones y opiniones así como de intereses empresariales y económicos a veces nos confunden sobre lo que es sano y lo que no lo es.
Como veremos a continuación, no todo el pescado, sólo por el hecho de serlo, es sano; como tampoco lo es el tomate tomado de cualquier forma. Así que, veamos los cinco alimentos que deberíamos evitar.
El chocolate blanco está entre los alimentos no recomendados
1. El chocolate blanco. A pesar de lo que en principio pueda parecer, la diferencia entre el chocolate blanco y el chocolate negro no reside sólo en su color pues el cacao puro posee antioxidantes que resultan beneficiosos para la salud y que, al ser procesado para transformarlo en chocolate blanco, pierde parte de sus nutrientes, o más bien se transforman básicamente en azúcares y grasas.
2. El pez espada posee un alto contenido en mercurio, un metal que a determinadas dosis es perjudicial para la salud y especialmente para embarazadas y niños, que lo hace ideal para ser sustituido por salmón, merluza u otros “pescados azules” de menor tamaño. Y ello sin hablar de las prácticas tan poco sostenibles que se emplean para pescar a este pez.
3. Los brotes de soja, tan recomendados por médicos, presentan sin embargo un grave inconveniente: sus semillas, que al precisar de ciertas condiciones de humedad y calor son un foco ideal para la aparición de bacterias. Por ello, si los tomamos, es conveniente hervirlos antes.
4. Fresas no orgánicas. La razón en muy simple y de hecho, tal vez podríamos extrapolarla a cualquier fruta o verdura: la elevada presencia de pesticidas perjudiciales para la salud que, en el caso de las fresas, se han llegado a constatar en un número de hasta trece. Así que mejor será optar por el producto orgánico.
5. Tomates enlatados. En este caso el problema reside no en el producto si no en su envasado: la acidez del tomate favorece que la resina que se emplea en el revestimiento de la lata libere más tóxico Bisfemol A. Por ello la recomendación es el tomate en envase de cristal o tetra brick o, mejor aún, tomate natural.
